Ahogándose siempre entre su llanto y sus apneas consiguió sobrevivir bajo el agua la sirena.
Aguas turbias que idiotizan su cola, envenenan sus sentidos y ensordecen su canto en una letanía que sólo ella oye...enloquecida.
-¿Qué harás esta noche? -Nunca hago planes con tanta antelación.
7 comentarios:
Foto: Antonella Arismendi (creo)
ya me lo decía mi abuela, no vayas tras los cantos de sirenas
Un canto devorado por el silencio siempre asesino
Espero que sepan disculpar un texto lleno de lugares comunes.
Gracias por pasarse y comentar.
Un beso
De lugares comunes, nada... Bien sabes tú que Ulises era un pendejo con balcones a la calle y alicatado hasta los huevos...
JL
Siempre es un placer leerte Sara y sobre todo cuando enloqueces nuestros sentidos...
bsos
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