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miércoles, 3 de julio de 2019

Gora San Fermín.

Saberse privada de un amor: el de un hijo.
Haber vivido sin conocer el amor: el de un hermano.
Sentirse sumamente querida y haber sentido el desamor.
Desear amar y perseguir el amor, correr tras él como en un encierro y dejar que te embista hasta que caes el suelo y todo sigue corriendo a tu alrededor. Todos pasan, algunos envueltos en la sangre que aún les queda de haber parido, otros sudando del esfuerzo del trato fraterno; pero pasan mientras tú estás tirada en el suelo sabiendo que te tienes que levantar una y otra vez a volver a intentar SENTIR.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sentir sentimos todos, lo que queremos es sentirnos bien.