
Ahogándose siempre entre su llanto y sus apneas consiguió sobrevivir bajo el agua la sirena.
Aguas turbias que idiotizan su cola, envenenan sus sentidos y ensordecen su canto en una letanía que sólo ella oye...enloquecida.
-¿Qué harás esta noche? -Nunca hago planes con tanta antelación.