Mudar la pluma, el pelo, la piel.
Dudar de la rima y la metáfora como si compararse pudieran.
Quitar la escayola que hace molde y moldear las lágrimas a tu medida.
Cautivarte, atraparte, subyugarte y hacer magia del amor en una cueva.
Escondernos detrás del volcán que somos
Y solo salir a bañarnos en las aguas que rompimos al nacer.