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sábado, 4 de junio de 2016

Vestirse de poesía.

Me gustaría ser cosas que no soy. Me gustaría ser cualquier cosa que no soy. Me gustaría ser cosa. 
Mudar la pluma, el pelo, la piel.
Dudar de la rima y la metáfora como si compararse pudieran.
Quitar la escayola que hace molde y moldear las lágrimas a tu medida.
Cautivarte, atraparte, subyugarte y hacer magia del amor en una cueva.
Escondernos detrás del volcán que somos
Y solo salir a bañarnos en las aguas que rompimos al nacer.

domingo, 29 de mayo de 2016

Mi querido diario:

¿Acaso será que ya se ha terminado? ¿He llegado a ese momento de vacío, del salto solitario? Miras al fondo y sientes la distancia insondable que hay entre la realidad y tú misma. El largo recorrido que se completa en apenas segundos y que se convierte en tubo caleidoscópico de toda tu vida. Bucle, tirabuzón, enredo y laberinto que te atrapa porque no sabes salir de él. Mezcla de jardines con hierbas altas que son sueño y angustia a la vez. Harta de subordinar o yuxtaponer, necesito el cambio de párrafo y la vuelta a la oración simple. Un telegrama que me recuerde que puedo empezar, que no hay por qué tener memoria residual, posos reveladores de verdad que obstruyen seguir el camino.
¿Acaso no será mejor mentirse? ¿Oír la música que no habla de mí, ni de ti? ¿Leer novelas que no dicen nada? ¿Ver esas pelis que solo provocan dormir? Escribir en lugares comunes y aceptar la sumisión a la mediocridad; a la mía.

viernes, 25 de marzo de 2016

Contractura.

He subido una montaña y me pesa el oxígeno en los hombros. No consigo librarme. Allá donde vaya siempre me encuentro ese aire cargado. Arriba o abajo. Cuando decidí morir creí que levitaría levedad; no ha sido así. Ahora me hundo en profunda fosa intentando recordar que no morí pero que lo haré. He bajado la montaña y me arrepiento de no haber chillado allí arriba, porque aquí abajo la voz cae en picado, se ahoga hacia dentro y estalla en mí. Rebota hueca. 

martes, 16 de febrero de 2016

Pleamar.

La inmediatez de un perro caza es lenta,
El rastro que deja tu mirada es huella
que araña una tierra barrida por la tormenta.
Mutilaciones del alma mecidas por la orilla
Y espuma que borra vestigios del mar.
Solitarios arrastran pasos de alas rotas
Sintiendo el peso muerto de la marea.
Pleamar.

lunes, 18 de enero de 2016

Desvelada.


No cree poder perdonarle a la vida que le haya ido robando la inocencia. Un robo prolongado en el tiempo es una estafa y superar ese fraude parece imposible. Se fija en fotos no tan viejas como aquellas otras que revisita buscando el llanto. Se fija en fotos de hace unos siete años...suficientes para que haya descubierto el robo. O quizás sea solo crecer. Ese proceso natural en ella se torna revelación de la verdad y lejos de ser descubrimiento celebrado se convierte en la triste certeza de la vida. Crecer e ir despojándose de todo hasta tocar hueso y darse cuenta de que todo ha sido una auténtica mierda. Y una mentira.