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jueves, 21 de febrero de 2013

Bajo manta.


A la miedosa niña del abrigo rojo le asustaba jugar al escondite; temía que no la encontraran. Ya desde entonces, perder le provocaba una mezcla de resignación y rabia. Se le quedó pequeño el abrigo y su madre le compró otro; fue entonces cuando empezó a esconderse ignorando que no era un juego. Tardó en comprarse ella misma sus propios abrigos bajo los que ocultarse.
Parece que ha llegado el calor...





2 comentarios:

José Luis Moreno-Ruiz dijo...

Se te echa en falta, Sara.
¿Cómo es que tanto tiempo sin asomarte por aquí?
JL

Sara dijo...

Muchísimas gracias por tu recuerdo