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sábado, 27 de octubre de 2012

Vacías salas de espera.



Ya no quedaban mujeres en la sala, habían salido todas. Sólo una niña permanecía inmóvil enroscada entre los brazos de su abuela. Se habían ido las medianías que no dicen nada. Permanecía lo que habitaba dentro de ella: la niña y la abuela sin transiciones impostadas.

2 comentarios:

Darío dijo...

Quedé desolado...

Sara dijo...

¿Por qué??? Noooo