Estoy a la deriva de un mar que me lleva en una fría corriente.
La felicidad se me antoja idiota en estos días de espuma.
La verdad aparece. Ya no me abofetea; es el abrazo de la soledad en el fondo del mar.
-¿Qué harás esta noche? -Nunca hago planes con tanta antelación.
1 comentario:
El trasfondo de mar se halla en lo presimbólico. De ahí toda su inmensidad.
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