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martes, 10 de mayo de 2011

Ma patrie





Mujer bandera es aquella que se niega a portar una sólo porque se lo pidan.




Le contaba su abuela, que cuando la guerra la querían como estandarte para una bandera; se lo exigieron. Al negarse, metieron a su madre en la cárcel, y la siguiente vez que la vio, tenía el pelo rapado. Odiaba las banderas, y más las que eran de color rojo sangre. Odiaba el pelo corto, y por eso todos llevaron siempre largas melenas rebeldes en su casa. Mientras que otras madres retiraban el pelo de los rostros de los niños, la abuela te obligaba a quitarte la coleta. Mientras que en colegio los niños se aplicaban con las banderas y sus atlas, la abuela les leía el retorno de Ulises a Itaca.




Era una mujer bandera por más que le jodiese.



Creció como la melena de Penélope mientras tejía. Nunca tuvo una tentación patriótica, pese a Ulises y su Itaca. Se sentía apátrida salvo en su casa; en el porche sentada junto a su abuela. Era el lugar donde se sucedía la Historia, la verdadera y la vivida. Los libros decían cosas que la abuela no contaba, y por supuesto que ella contaba cosas que no incluían los libros. Cosas que eran cuestionadas hasta por algunos maestros en la escuela. Ella creía en la verdadera historia y se esforzaba por revelársela al mundo. Un día la abuela le dijo que no se peleara por defender una historia, porque es como los cuentos; hay a quien le interesa creérselos y a quien no. Hay quien los ve como ejercicios de fantasía e imaginación o como simples productos infantiles. Hay quien piensa que el lobo no es malo, que sólo tiene hambre e intenta sobrevivir, y que los que para unos son malos, buenos son para otros, y "que sea la última vez que andas contando por ahí lo que se dice en casa". Le respondió a su abuela que ya no era una niña, que había cambiado los cuentos por la Historia, y que el lobo seguía siendo malo. La abuela sonrió ante la inocencia todavía no interrumpida.




Se puso el sol, seguían en el porche. Ahora se cogían de la mano, en silencio, viviendo la historia que más marcaba, la suya, la propia; la historia de un amor puro y revelador.





7 comentarios:

Anónimo dijo...

la Historia, en efecto, es como los cuentos y la libertad no siempre ha guíado a los pueblos. Me ha gustado mucho

Clara dijo...

Pocas relaciones son tan especiales como las de abuelos-nietos.

Sara dijo...

Hola!

Jojoaquín, gracias. Me alegra mucho que te haya gustado y sobre todo que me lo hayas hecho saber. Un saludo

Clara, para mí, la más especial.
Un beso.

javier dijo...

De una abuela de bandera, una nieta abanderada de las causas justas y de las ganas de vivir. Me encantó.

Sara dijo...

Muchas gracias, Javi

joplin dijo...

Jo,que bonito Sara, me cae muy bien tu abuela...
Me gustaría haber tenido una relación así con alguna de las mías,pero ellas se empeñaban en retirarme el pelo de la cara.
Opino como Javier,dos mujeres de bandera.
Beso.

Marie dijo...

Ese cuadro... La Revolución en persona.