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jueves, 3 de noviembre de 2011

Une femme est une femme.



Cuando ella se volvió y le dio la espalda, él vio su costado curvo y tatuado, Sé tú mi límite. No había sentido nunca tal declaración de amor. Quiso abrazarla entonces, pero posó primero su mano sobre aquellas palabras hechas piel y creyó sentir la suya traspasada. No se atrevió a preguntarle por miedo a conocer la verdadera historia; tampoco quería perturbar su quietud convertida en magnífica pose. Tumbada de costado, desnuda, tapada por sus cabellos finos, sedosos, mostrando aquella frase como una letanía, expeliendo calor su piel, respirando sin cadencia. La quiso, la amó, la deseó...pero por encima de todo, la temió. No volvió a ver nunca a aquella mujer de verso tatuado. Demasiado peligro contenido en cuatro palabras escondidas sobre la piel, guardadas en el alma.

8 comentarios:

Darío dijo...

Y...es una mujer que invita, sugiere...

Noelplebeyo dijo...

preciso y precioso tatuaje

sara dijo...

Hola!

Querido Joven, parece que eso a lo que invita y lo que sugiere, asusta demasiado. Déjame agradecerte tus comentarios siempr

sara dijo...

Y Noelplebeyo, a mí también me encanta.
Hay dolor tras esa belleza.
Muchas gracias por tus palabras, siempre.

Bird dijo...

Las mujeres así dan miedo, es comprensible la cobardía.

Javier dijo...

Amor, erotismo, sensualidad, sexo, y miedo, Todo eso es tu texto para mi, como la vida misma, hay que eliminar los miedos del mundo solo traen desconfianza

sara dijo...

Hola
Bellarte, a él se lo dio y huyó.

11, yo creo que hay una poesía increíble.

Un beso

Javier dijo...

La vida es poesía sin rima, tu eres poesía sin sonetos.

Un beso