Seguidores

jueves, 19 de agosto de 2010

Il y a des nuages



Tumbada boca arriba desvió la lectura de su libro hacia el cielo. Pasaban entonces veloces nubes que se iban cruzando con sus pensamientos hasta fundirse en deseos.

Deseó ir montada sobre una de ellas, como en la secuencia de La Historia Interminable lo hacía Atreyu sobre aquella mezcla de perro y nube.

Deseó que la llevara a sobrevolar todos aquellos lugares a los que no se atrevía a ir y también que le permitiera ver todas aquellas escenas que ocurrían puertas adentro pero que a ella le apetecía conocer.

Le apetecía entrar en alguna alcoba para admirar, para aprender, para ruborizarse, para envidiar, para reírse, para comparar...

Sabía que era un deseo inapropiado; que era más propio desear sobrevolar el Taj Majal controlando la velocidad de la nube con sus propias manos; tirando de ella como si de crines se tratara.

Siguió pensando que le gustaba más vivir la vida a través de las vidas de los demás.

Apartó la vista del cielo y se fue hacia la parejita que tenía a su lado izquierdo. Tumbada ella sobre él, se frotaba y restregaba con más picardía que con entrega. El afán de Dora era ver el paquete del tío; sólo por comprobar si disfrutaba con el momento o si era más de su estilo y lo que hacía era molestarle con el calor que hacía.

Entonces siguió pensando, y ya no sólo se vio como una mujer que vive casi tan intensamente la vida de los demás como la suya, sino también como una insoportable a la que le molestaría tener a un tío encima en la playa, sudándole con crema y arena.

A todo esto siguió pensando cuando apartó la vista hacia la derecha ,y entonces vio a un morenazo de casi dos metros, con un cuerpo visto sólo en las revistas, y unos andares que hicieron que sólo pensara en tenerlo encima en ese justo momento. Un hombre bello. Un maromo, un tiazo, un monumento con el que quitarse todos los remilgos y dejarse llevar por el animalismo que emanaba no sólo al andar sino también al mirar.

Llegada a ese punto ya no podía pensar mucho. Se tiró al mar que es el eufemismo de ducha fría en verano y haciéndose la muerta siguió viendo las nubes pasar

(La historia interminable...)



No hay comentarios: