Cada una de las perlas que cuenta mi collar es una pasión que me has despertado.
Cuando mis pasiones duermen, caen en puro letargo, y entonces te recuerdan y te anhelan, y es entonces cuando despiertan.
Sueñan mientras duermen, contigo. A veces parecen despertarse, pero es la ensoñación de lo ficticio; el humo, la sombra..,
Te iré entregando una a una todas las que algún día tuve que empeñar, no en acto vergonzante; tú sabes que fue necesidad.
Recuperar mis perlas me honra, y darte una a una me satisface.
No soy mujer de sumisiones, pero tengo la misión de ser mujer que siente, que se conmueve.
Cuando engarce todas y cada una de las perlas que tú me has regalado con las que en mi espalda han reposado, tendré el collar que quiero. Recuperaré el brillo de antaño y luciré para ti, para mí.
Peleará su blancura con la palidez de mi piel y refulgirá el deseo en tu mirada.
Con orgullo recordaré cómo lloré cuando me desprendí de ellas aun sabiendo que volverían a ser mías.
Fue un sacrificio; ahora es una victoria.
jueves, 16 de diciembre de 2010
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3 comentarios:
Muy poetico, si señora.
Sublime.
Si, eso es, es sublime. Magníficamente engarzadas todas y cada una de tus perlas.
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