Seguidores

miércoles, 5 de mayo de 2010

Sauvetage




Póstuma

Hija póstuma.


Ella era hija única y su compañera de clase, póstuma. El día que la profesora explicó el significado de aquella palabra, los ojos de Pauline se abrieron como platos y eso fue lo que dijo: póstuma, hija póstuma. Yo la envidié sólo por tener un nombre que yo no tenía y por adivinarle una historia literaria detrás.


Siempre me había parecido un personaje novela, curiosa percepción que también tenía de mí, y curioso también por las pocas novelas que hasta entonces yo conocía. Pero su pelo pelirrojo,sus pecas, sus chispas en los ojos, esa madre de sempiterno aspecto triste...y ahora esto: póstuma.

Le quise regalar a mi padre para que tuviera uno y redimirme así de mi envidia inicial, pero ella me enseñó que no ansiaba aquello que nunca había conocido. Con el tiempo aprendí que yo era lo que más ansiaba: todo aquello que no tenía.

Pauline se convirtió en mi personaje de cuento favorito, y el día que Él me pidió que le contara una historia para dormirse no pude evitar evocarla: Había una vez una niña de póstumos rizos rojos que me hizo darme cuenta de algo sin quererlo, que siempre he añorado tener un padre, aunque fuese póstumo...


In memoriam

No hay comentarios: