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sábado, 10 de julio de 2010

Tellement triste


NO, no , no. Esto sólo lo puede decir una persona que antes ha dicho mucho sí, sí, sí.


De todo se cansa una.


Sabía el efecto y las consecuencias de sus noes, pero se había cansado de la hegemonía del sí y de las ataduras que se contraen con su sóla pronunciación.


-"Sí quiero
-¿Estás segura?




Un día le dijo:


Para qué casarnos pudiendo ser novios. Era una metáfora. No la entendió.


Ese día fue el comienzo del No.


El primero fue el que le dijo él; un grandísimo "NO quiero seguir contigo". Después llegó uno de ella: "NO valgo para ser novia", a lo que le siguió una respuesta suya: "Lo que pasa es que tú no quieres, no es que no valgas". Ella replicó"No has querido conocerme"y él se defendió"No te has dejado".


Tras esa sucesión de puñales decició que NO quería comprometerse, que NO quería volver a sufrir, que No quería que nadie sufriera por ella y que iba a replegarse sobre sí misma un rato.

"

2 comentarios:

Cova dijo...

El NO,puede ser liberador, pero siempre suena negativo...y eso no nos beneficia demasiado...hay que intentar ser positivo.
Mi vida cambió el día que dije SI.
SI quiero ser la que decida sobre mi,SI puedo valerme por mi misma,SI me puedo equivocar,SI puedo acertar,SI puedo querer a quien de verdad me quiera,SI puedo..SI quiero.
Aunque a él,le sono cómo un gran NO
Besotes

Marie dijo...

Los compromisos me dan repelús, sobre todo con perspectiva a largo plazo.