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sábado, 16 de julio de 2011

Irene


Gracias mamá, por cortarme unas alas que me hacen conocer el infierno.
Gracias mamá, por parirme sola
Gracias por encantarte todo lo que no te gusta de mí
Y por darme tierra que huele a ella
Gracias por cobijarme en la sombra
y porque crezcan en mí historias que nunca me aburren
Gracias por darme horizonte
y raíces que se aferran al sentimiento.
Gracias por nuestras soledades
llenas de almohadas empapadas,
por recoger mis furtivas lágrimas
y tocar todos los instrumentos de esta banda sinfónica.
Gracias mamá, por tu lecho de quimeras
por tus risas inocentes
por tus broncas preocupadas.
Por tus ojos chinos que me miran de verdad
y por tus manos calientes que calman mi piel.
Gracias mamá, por hacer que mi corazón chille callado
y por lanzarme a correr maratones asmáticas.
Por obligarme a mirar las lunas llenas
y explicarme que vivimos en los eclipses.
Gracias por no leer lo que me descubre
y por esconderte a escribir diarios secretos a la vista, no a mi mano.
Gracias por ser buena como ella
y por empujame a que la quiera más que a nadie.
Gracias por no darme hermanos
y por aguantar que todavía los quiera...
Por ese helado que comimos hoy
mientras juntas seguimos solas.
Por la lucha, por el amor, por las cuestiones
por mi abuela
por su casa
por tus huesos casi rotos de sostenernos
y por tu alma que lo llena todo, de amor, de paz, de madre...

3 comentarios:

Andreas Selvi dijo...

"...mientras juntas seguimos solas..." Precioso.
La pared de la burbuja, el tacto del escalón, el círculo del eslabón...
Un beso.

javier dijo...

Precioso. En el fondo eres toda sentimiento. Un besazo.

Marie dijo...

Coincido con Javier.